Ernest Rutherford(1871-1937) padre de la física nuclear tenía facilidad para el ingenio. De un miembro de un comité que era ineficiente dijo: “ es como un punto euclídeo, tiene posición pero no magnitud”
Wilson, David, 1993. Rutherford simple Genius. (Hodder and Stoughton, Londres)
A Rutherford le gustaba contar la siguiente anécdota: Esperando para una reunión en la universidad entabló conversación con un clérigo que era la otra persona que había en la sala. “Hola, soy Lord Rutherford”, “Hola, soy el Arzobispo de Canterbury”, contesto el clérigo antes de que de nuevo se hiciese el silencio en la sala.
A Rutherford le gustaba añadir que estaba convencido de que ninguno de los dos había creído al otro.
[Cathcart, B., 2005. The fly in the cathedral. (Londres, Penguin)]
Daniel Bernoulli(1700-1782) físico y matemático, especialmente recordado por sus trabajos en mecánica de fluidos, probabilidad y estadística, solía contar dos anécdotas, que decía que le habían dado más placer que todos los honores que había recibido. Estando de viaje mantuvo una agradable conversación con un desconocido de gran sabiduría que en un momento dado le preguntó su nombre; «Soy Daniel Bernoulli», respondió con gran humildad»; «y yo», dijo el desconocido (que pensó que quería reírse de él) «soy Isaac Newton». En otra ocasión en que tuvo que cenar con el celebre matemático Koenig, quien pasó parte de la cena presumiendo, con cierto grado de autocomplacencia, de que había resuelto un problema difícil después de arduo trabajo, Bernoulli continuó haciendo los honores en su mesa y cuando pasaron a tomar el café le entregó a Koenig una solución al problema más elegante que la que él había encontrado.
[Hutton, Charles, 1815. A philosophical and mathematical dictionary. London.]